sábado, 12 de abril de 2014




                       

                                   LLAMAMIENTO A LA UNIDAD




  La Asamblea Ciudadana de Astorga por la Dignidad nace con la voluntad de unir la voz de todos aquellos ciudadanos que quieren recuperar su dignidad política, con independencia de su orientación ideológica. Nos declaramos a-partidistas, no a-políticos, porque creemos que ponernos etiquetas izquierda-centro-derecha crea una división ficticia entre los ciudadanos, pero  lo bastante fuerte como para impedir a menudo el consenso en cuestiones de puro sentido común; y porque además pensamos que nuestra democracia está enferma de partidismo. Queremos una democracia cercana al ciudadano que le exija ser partícipe de las responsabilidades políticas, queremos dignificar la política que está hoy corrompida por numerosos vicios, entre otros el bi-partidismo. De ahí este llamamiento a la unidad.   

      No se trata solo de exigir dignidad a tal o cual político de turno, porque lo que está enfermo es el sistema democrático mismo; dignificar la política significa comenzar a construir la democracia desde abajo, desde el ciudadano de a pie, que es donde reside el poder.

    Viciados por el fanatismo partidista, los ciudadanos no son conscientes de su poder. El pueblo soberano es, además, perezoso, muy perezoso. Queremos que un médico nos dé una pastilla cuando estamos enfermos, para quedar sanos como una rosa, sin preguntarnos por nuestros hábitos de vida, queremos un periodista que nos diga nada más que la pura verdad, bien masticadita y si es posible en papilla televisiva, un líder que nos diga que las cosas van bien y que somos los mejores, un banquero que cuide nuestros ahorros, un intelectual o artista de moda que nos explique lo que pensamos, un político que gestione nuestros asuntos públicos… y con la conciencia tranquila ya podemos quedarnos en casa rascándonos la barriga y bostezando en el sofá. Dignificar la política significa despertar de ese sueño, participar en ella, creándola desde abajo, que la ciudadanía aprenda a asumir realmente sus responsabilidades en la gestión de los asuntos públicos, orientándolos hacia el bien común, no hacia su propio guión ideológico o su puro ego.

No es simplemente "pasotismo"; cuando decimos que "todos los políticos son iguales"(aunque sabemos que no son del todo cierto), queremos denunciar la farsa que representan, pues quien gobierna no son realmente ellos, sino una mafia industrial y financiera que tiene secuestrado hasta el último rincón del planeta; queremos denunciar el sistema democrático mismo, su alejamiento de la realidad cotidiana de sus propias poblaciones, que son tratadas como ganado de alquiler por "los mercados".

Denunciamos también que los dos partidos mayoritarios de este país cambiaron un artículo de nuestra intocable Constitución, para anteponer el pago a la deuda a los servicios púbicos; y lo hicieron a hurtadillas, dos días antes de las vacaciones del verano pasado, como auténticos cobardes.

Por eso nuestra declaración de a-partidismo no significa que "pasemos" de la política, ni mucho menos que seamos anti-políticos, sino que no aceptamos las reglas del juego de una democracia secuestrada por los dictados del sistema financiero, y corroída por la mentira hasta la médula. Nuestra actitud consiste precisamente en una apuesta por dignificar la actividad política, devolviéndole el significado a la palabra "democracia": queremos que la población asuma responsabilidadaes en la gestión de los asuntos públicos, queremos devolver a la ciudadanía su poder real, su soberanía como pueblo. No se trata de votar a unos o a otros, o a los de más allá, sino de crear una democracia realmente participativa, en la que la actividad política forme parte de la vida cotidiana.


Nuestro compromiso como personas en esta actividad socio-cultural nos exige renunciar a presentarnos como partido, ni mostrar apoyo a ninguno de los existentes, pero no nos impide realizar propuestas públicas que permitan a l@s ciudadan@s acceder realmente al poder que le corresponde: es precisa una revitalización de las juntas vecinales, asociaciones civiles, sociales y culturales, agrupaciones locales, empresarios, estudiantes... y todas aquellas instituciones y redes sociales que permitan que el poder fluya a través de la palabra, desde abajo, desde la gente común y corriente, desde una ciudadanía comprometida social y políticamente.

De ahí nuestra propuesta por la creación de un Sillón Ciudadano, una figura administrativa que permita dar voz a l@s ciudadan@s y sus organizaciones vecinales y sectoriales en los Plenos Municipales, que actualmente están mudas. Que puedan hablar como personas, sin ninguna filiación política partidista, ni obediencia a consignas, ni otro objetivo que no sea la búsqueda del bien común de vecinos y ciudadanos en general.


Esta declaración de a-partidismo puede parecer ingenua, pero no lo es. No somos huérfanos políticos, sabemos que somos hijos de los grandes luchas por los derechos civiles, de la mano del movimiento obrero el pasado siglo, pero también somos conscientes de que no lograremos aunar la voz de la ciudadanía sino es desmontando la trampa del fanatismo partidista. No queremos líderes que den grandes discursos, sino personas que discurran por sí mismas: esa es nuestra lucha cotidiana; queremos que la ciudadanía deje de utilizar consignas vacías de significado y deje de pensar con guiones ya aprendidos, que dejen de ponerse etiquetas unos a otros, y hablen como personas que son, con juicio propio. Queremos el apoyo de ciudadanos sinceros y honrados, y no preguntamos su filiación política, no nos importa cuál sea. Astorgan@, tienes una cita con nosotros en nuestra próxima asamblea.



 A S A M B L E A   CIUDADANA DE ASTORGA



NADIE DEFENDERÁ TU DIGNIDAD SI TÚ NO LO HACES





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